Para la firma mexicana de mensajería y paquetería Estafeta, México desaprovecha su potencial logístico. La privilegiada ubicación geográfica debería capitalizarse para convertir al país en un polo de intercambio de mercancía tanto a Europa y Asia como en el continente americano, y no sólo por vía marítima sino aérea, de acuerdo con Ingo Babrikowski, director general de Estafeta.
Por ello, dice, la importancia de invertir en el aeropuerto internacional de San Luis Potosí, puesto que el lugar está llamado para albergar el hub aéreo del país.
Con tres décadas de operación, Estafeta fue la primera compañía mexicana de mensajería y paquetería en operar una aerolínea regular, este hecho en el 2000 motivó una fuerte inversión en el aeropuerto Ponciano Arriaga —en la capital de San Luis Potosí—, terminal donde hoy la empresa invierte 15 millones de dólares para ampliar su plataforma y en algún momento atender aviones de más de 15 toneladas.
La empresa necesita del empuje de los gobiernos federal y local, y del concesionario del aeropuerto Grupo Aeroportuario Centro Norte (OMA), para ver cristalizado el objetivo de hacer de San Luis Potosí un verdadero centro de interncambio logístico a nivel nacional “para beneficio del país”.
Con motivo del 30 aniversario de la firma, Babrikowski platicó con CARTERA y, desde sus oficinas, compartió el interés de la compañía por consolidar su operación como integrador logístico.
¿En qué situación se encuentra Estafeta con 30 años de operación?
La empresa ha tenido una historía de éxito todos estos años. Vemos tiempos muy positivos, porque la industria en México es aún muy joven. Vamos a ver mucho crecimiento y en general en todo el servicio de transporte. Se va a dar lo que ya está pasando en Estados Unidos y Europa, que las empresas se concentran en su negocio principal, que es vender algún producto o servicio, pero no en el transporte en sí, y de eso se encargan los especialistas, que somos nosotros.
¿Cómo ve Estafeta la evolución de la industria de la logística en el corto plazo?
Vamos a ver un crecimiento interesante. En el pasado la moda fue el just in time, con entregas en el momento para reducir los inventarios, ahora es el just in secuence, que es la entrega a nivel de la banda de producción, y eso genera mucho más tranporte, por ese factor el transporte va a crecer mucho en los próximos años.
De ahí que queramos integrar diferentes soluciones como la carga, el amacén y luego la entrega pulverizada de paquetería al cliente final en la cadena de suministro, incluida la facturación con el servicio de mensajería electrónica.
¿Realmente se han diversificado en todo este tiempo?
Hay una evolución en los servicios con nuevas tecnologías. Lo que estamos buscando es diversificarnos más hacia un integrador logístico, y eso implica varios elementos. Queremos reforzar mucho más la parte internacional, el movimiento de carga consolidada LTL, el manejo de almacenes e inventarios y la mensajería electrónica, que esta última la manejamos a través de la empresa Buzón-e en donde el principal producto es el Comprobante Fiscal Digital (CFD), que son facturas, aunque ofrecemos el manejo de cualquier documento electrónico como contratos, pólizas de seguro y hasta recibos de nómina.
¿Cuál es la expectativa en cuanto al mercado de la mensajería electrónica?
Es un sector muy joven, ahí el límite es el cambio de cultura, y lo que esperamos es que haya lineamientos a nivel nacional en cuanto a la regulación de estos servicios. Por ahora estamos con los lineamientos del Sistema de Administración Tributaria (SAT) en cuanto al CFD y los de Economía para el almacenamiento de documentos.
Sin lugar a dudas, vamos a ver una mayor penetración en el uso de internet y a partir de entonces crecerán los servicios de mensajería y paquetería gracias a las tiendas por internet. Eso que todavía aquí no existe, en los próximos cinco o seis años va a ser mucho más fuerte.
¿Qué hay del servicio LTL?
LTL es algo que está creciendo mucho, empezamos hace año y medio en Querétaro cuando desarrollamos el producto en conjunto con algunos clientes, ahora ya tenemos operación en 50 ciudades. LTL es el transporte terrestre de carga paletizada, en el que se consolidan las cargas de varios clientes en rutas programadas, con recolecciones y entregas preestablecidos.
Estamos moviendo un volumen de 3 mil pallets al mes. Es un servicio de carga con la calidad de la mensajería, eso quiere decir que cuenta con rastreo y tiempos definidos de entrega, es algo que actualmente nadie ofrece en el mercado.
En materia de inversiones y del crecimiento, ¿cómo cerrarán el año?
Está difícil. Tuvimos crecimientos promedio en los últimos cinco o seis años de 12%, y eso obviamente con la crisis es difícil mantener para todos.
Nos ha pegado la crisis este año por lo que estamos no dejar de crecer, pero a un ritmo de entre 1% y 2%, mucho más bajo de lo acostumbrado, eso también frena las inversiones. En los años pasados hemos invertido entre 20 y 25 millones de dólares al año.
En 2009 invertiremos 15 millones de dólares, pero yo espero que podamos retomar el ritmo el año próximo.
Los últimos meses ya se ven un poco mejores, de julio a septiembre nos fue un poco mejor, aunque sí, la recuperación va a ser lenta.
Personalmente el primer trimestre de 2010 para la empresa creo va a ser igual como el año actual, pero sí espero una recuperación para el segundo y tercer trimestres del próximo año.
¿En qué se canalizan las inversiones?
El proyecto de la pista de San Luis Potosí está en manos del gobierno y del concesionario OMA, ellos tienen que avanzar.
El presidente Felipe Calderón dijo en enero, cuando inauguró nuestro centro operativo en el aeropuerto de la ciudad de México, que el proyecto se iba a hacer. Está en el Plan Nacional de Desarrollo, como un proyecto de inversión tripartita, que sería OMA, pero también nosotros estamos dispuestos a participar.
Por eso estamos ahora invirtiendo en San Luis Potosí, ese es uno de los proyectos de este año. Estamos ampliando la plataforma a 9 mil metros cuadrados, que permitiría atender a un avión más grande con la expectativa de que llegue con la ampliación de la pista. Tenemos fe en ese proyecto y la plataforma que construimos ya va a tener esa capacidad.
La vamos a duplicar, con capacidad para que llegue un avión Boeing 747. La obra la vamos a arrancar el mes que entra, ya elegimos al proveedor, la obra es bastante sencilla y durará entre cuatro y cinco meses, como la pista que no se lleva más de 10 meses para la ampliación.
¿Qué falta por hacer para concretar la ampliación de la pista en SLP?
Ya hay varios estudios. En Estafeta hicimos uno de tipo económico y apunta a que es factible y sustentable. Se financia con los mismos aterrizajes de aviones, uno por semana, y tiene una tilidad de 8%, yo creo que ya no debe haber duda.
Lo que está haciendo OMA es un estudio técnico que debe presentar en estos días, y la noticia la tiene que dar el gobierno federal en su momento, al igual que OMA, en conjunto.
¿Cómo se catapulta la operación logística del país con esta obra?
No debe verse como un proyecto para Estafeta. Es un proyecto que beneficia al país y con alcances internacionales. México tiene que aprovechar mucho más su ubicación en el mundo. Ahí está el proyecto de Punta Colonet para el marítimo y San Luis podría ser para la parte aérea.
Se podría hacer una plataforma logística muy eficiente como ya sucede en el Medio Oriente. En Arabia Saudita se están construyendo aeropuertos como centros logísticos de intercambio entre Asia y Europa; que México haga lo mismo y San Luis es la oportunidad.
El proyecto completo incluye plataformas, calles de rodaje y almacenes con una inversión total de 50 millones de dólares.
Para la primera fase, que es la pista en sí, sin la necesidad de hacer la segunda parte en este momento, se necesitan 30 millones de dólares. Con esto, el riesgo es menor, porque la rentabilidad está estimada con el monto total a 30 años.
¿Y en la parte internacional cómo va el crecimiento? ¿Qué planes hay?
En 2002 fue a Miami nuestra primera operación aérea internacional y desde entonces no la hemos interrumpido. Es un servicio más bien para carga y no para mensajería. Con los aviones que tenemos se vuelve bastante cara la operación, por lo que no esperamos abrir más rutas al extranjero en el corto plazo.
Lo que sí podríamos hacer es pensar en Houston, Dallas y Los Ángeles, pero eso será cuando mejore la economía.
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